viernes, 24 de abril de 2009

No es mi mundo

Hace tiempo, cuando era un niño escuche cierto cuento sobre un hombre y una mujer, era un cuento con una historia un tanto cruel, pero al final todo acababa como debía ser, después de muchas penurias ambos podían vivir una vida en común y feliz. Aunque no recuerdo que cuento era ni los detalles de este, si recuerdo que la historia me emocionó, puede que fuera entonces cuando me equivoque, ese día empezaron a formarse en mi mis principios, poco a poco fueron tomando forma, después de aquel cuento he escuchado, leído y visto películas con un argumento similar y llegué a tener claro que yo quería algo así, una historia que compartir con alguien que realmente significara algo para mí.
Es justo ahí donde recae el problema que lleva algunos años rondándome por la cabeza, en cierto modo yo me considero diferente al resto de la sociedad de mi generación, he crecido de forma distinta, aunque por desgraciada compartida con cada vez más gente, si hay algo cierto en la sociedad de hoy en día es que nos han inmerso en un mundo que es todo fachada, importa más como se ve la casa que su comodidad interior, por eso mismo fui creciendo entre comentarios que distaban bastante de la amabilidad por no tener un físico muy agraciado, aunque también es cierto que hay excepciones a la regla y de esa temprana época he podido conservar una amistad que dura ya quince años. Pero por mi manera de ser, y puede que en parte también por esos comentarios, siempre me he sentido atraído por todas las historias, en toda su inmensidad de representaciones, que no tienen nada que ver con la realidad, la fantasía siempre a sido una ventana que me permite no ser nada más que un ente inmaterial que deambula entre mundos que desde lo más profundo de mi ser desearía que fueran el mío, y para mi desgracia personal eso es algo que a mucha gente le fascina, pero solo unos pocos se atreven a manifestarlo, por lo que el muestrario de comentarios que me rodeaban empezó a crecer aun más.
Ya en mi adolescencia añadí a mi lista de aficiones al abanico musical que se compone desde el rock hasta el heavy metal, y por casualidades de la vida lo que en otra época fue un movimiento masivo en mi generación es una música en cierto modo marginal y valga la redundancia hubo que añadir otro ámbito de comentarios a los recibidos. Estas cosas calaron en mí, influyendo en mis principios, en vez de alterarlos he conservado mi personalidad, pero me han permitido eliminar de mi lo poco de la superficialidad social que tenía, y gracias a ello hoy en día puedo decir que aunque naturalmente cuando veo un físico agraciado me fijo en él, pero dos segundos después vuelvo a mis cabales personales, puede ser un físico todo lo atractivo que se desee, pero soy incapaz de sentirme atraído por el, necesito ver si su sofá interior es cómodo. Aquí vuelvo al problema, mirando toda mi corta vida he podido tener un rollo como media vez, pero hacer eso va en contra de mis principios, una vez un amigo me pregunto que para que quiero principios si ellos me impiden tener una vida más desahogada, pero claro, hoy en día una vida más desahogada ¿que es?, des de mi punto de vista el mundo se ha perdido en alguna parte del camino, se ha confundido la libertad de actuación con lo que para mí es la denigración personal, hoy en día las relaciones con los demás son juegos, jugar a liarse unos con otros, jugar a estar unos meses acostándose con alguien, mire donde mire es lo que veo, juegos tomados a la ligera que seguramente te llenen la necesidad física, juegos que seguramente han herido a mucha gente innecesariamente.
Yo, gracias a mis principios, aunque a veces me he sentido tentado a entrar en ese juego he recordado a tiempo quien soy, he recordado aquella historia que una vez de niño escuche, he recordado que cabía la posibilidad de sentirme a gusto durante un rato pero que no mucho después me daría asco a mi mismo por traicionarme, traicionar mis principios y mi honor personal, que al fin y al cabo es lo único que puedo asegurar que tengo, gracias a mis principios se que soy incapaz de siquiera besar al alguien que sea realmente una persona e importante para mí, puede que mi amigo tenga razón y nadie se haya querido acercara mi por mi manera de ser, quizás sea verdad y el dolor de la soledad emocional me acompañe toda mi vida, pero estoy seguro de que aunque frustrado y cabreado, moriré tranquilo sabiendo que en un mundo tan despreciable como el que nos ha tocado habré sido fiel a mis creencias.

2 comentarios:

Lord Galdor dijo...

Bravo! Al menos lo tienes claro... No te fies mucho de lo que dice ese... Redundo en la redundancia, pero, Bravo!

Javi dijo...

Bueno es lo unico que tengo claro en mi vida, lo malo es que es una pauta repetitiva