sábado, 31 de enero de 2009

Antena ciclica

- ¡No! No toques eso – chilló a su espalda.

- Tranquilo – contestó – nos veremos dentro de quince años.

- ¿Qué coño dic

Antes de que pudiera terminar su compañero agarró aquella pequeña antena y ambos se fundieron en un destello cegador.

Los tiempos se veían oscuros en todo el mundo, los conflictos internacionales parecían estar a punto de anegarlo todo, pero unos cientificos habían entrado en escena, inventando una pequeña antena electromagnetica que alteraba el clima, con aquel aparato habían conseguido estabilizar todas las zonas, manteniendo un equilibrio que no alterara la fauna y flora de los lugares pero permitiera que las gentes pudieran vivir sin escasez de agua o alimentos y junto con los espectaculares avances medicos parecía que todo empezaba a solucionarse poco a poco.

Todo aquel sistema de antenas estaba controlado por una antena central situada en un laboratorio de la peninsula iberica, lugar donde Miguel descubrió las posiblidades de su proyecto. Pero ahora, diez años después que el sistema se pusiera en marcha la antena central se había desestabilizado, su carga era mayor que la distribución global, lo que en principio era una minucia no tenia salida de quel pequeño cuerpo metalico y se almacenaba. El bloqueo estaba causando alteraciones climaticas en todo el mundo, provocando desastres naturales que estaban acabando con millones de personas. Miguel y todo su equipo llevaban meses intentando descargar toda aquella electricidad que estaba matando al planeta pero sin éxito, no habían encontrado la manera de que aquella inmensa energia abandonara el diminuto punto central del sistema de antenas.

Miguel estaba en su despacho, llevaba varios días casi sin dormir y todo se le hacía grande, estaba preso de una deseperación descomunal, por culpa de omitir la pequeña diferencia de producción y consumo el mundo se estaba yendo al carajo, y junto con él tambien lo haria el suyo. Mientras repasaba los diseños originales su intercomunicador empezó a emitir luces sonoras, contestó y le avisaron que un hombre llamado Aitor que decía ser un antiguo amigo quería hablar con él, que era algo importante. Ante la duda inicial hizo que le acompañaran hasta su despacho y, cuando estubieron solos apartó los papeles para ir a abrazar al viejo amigo.

- ¿Qué haces aquí? – preguntó - ¿Hace quince años que desapareciste? Te dabamos por muerto.

- Bueno creo que muerto no estoy – rió Aitor – creo que teneis un problemilla aquí ¿no?

- Mira dejate de putas bromas, que coño quieres, no tengo mucho tiempo.

- He venido a solucionar ese problemilla, se como descargar la antena.

- ¡¿Qué?!

- Eso, con un conductor que canalice la electricidad a este edificio, es metalico y subterraneo, la tierra ara el resto.

- Crees que no lo hemos pensado, todo lo que hemos usado se ha desecho antes de descarga una infima parte.

- Llevame a la antena y veras como tengo razón.

Miguel llevó a su compañero a la sala donde se controlaba la antena y estubieron discutiendo durante rato la manera de conseguir descargarla. Al ver que el creador no se fiaba de él Aitor decidió hacerle un KO mental para poder tener via libre.

- Mira estos años he estado dando vueltas por todos lados, es lo que tenia que hacer.

- ¿Cómo que lo que tenias que hacer?

- Veras, no es la primera vez que lo hacía, ni sera la ultima, he vivido trescientas veces.

- ¿qu… que?

- Estoy condenado, cuando vivi por primera vez hice algo que cabreo a alguien, y debo pagar viviendo mi vida una y otra vez, ya sabes lo divertida que es.

Ahora ya tenía lo que quería, Miguel estaba con la mirada perdida, pensando si eso era cierto o falso y Aitor aprovechó la oportunidad. Se quitó las zapatillas y fue corriendo hasta la antena, cuando estaba a punto de agarrarla para usar su cuerpo de conductor Miguel apareció detrás suyo gritandole cosas que el ruido electrico no permitia oir.

- ¡No! No toques eso – chilló a su espalda.

- Tranquilo – contestó – nos veremos dentro de quince años.

- ¿Qué coño dic

Antes de que pudiera terminar su compañero agarró aquella pequeña antena y ambos se fundieron en un destello cegador.

jueves, 29 de enero de 2009

Requiem al passeig de la via

Hem rebut un castig biblic, ens han robat el millor lloc del nostre (cutre) poble, el passeig de la via, alla on hem viscut tantes i tantes coses, ara esta sent derruit sense pietat, i sense que hagim tingut oportunitat de dir adeu al nostre muro-banc, aquestes fotos demostren l'apreci que teniem per tots el elements que formaven aquell pobre paratge a simple vista, pero en realitat era un paradis de tranquilitat que ha estat amb nosaltres en els bons i dolents moments.


aqui els dos penjats fent el tonto


oscar el manopolla

ai la farola de recolsarse

singing in the via

via in love

la bola cabezabebe


i arriva la deseperacio de saber que hem perdut el nostre lloc, exhiliats al fons del passeig


ens ultratgen deixant cap per aball el NOSTRE banc


i sufrim...


pero sempre tindrem els bons records
No podrem fer vies com avans, pero aquell sentiment estara dins nostre, Oscar, Santi.

martes, 27 de enero de 2009

Brisa primaveral

La primavera había llegado acompañada de un tiempo esplendido, el sol calentaba sin que hiciera sentir calor y el joven lo aprovechó para salir a dar una vuelta por el bosque que había en la montaña cercana a su pueblo. La vegetación despertaba y se preparaba para su explosión de color y olor, maravillando a la vista con un colorido verde intenso contrastando con el marrón de los troncos de los árboles. Durante un tiempo estuvo subiendo por la ladera arbolada hasta que llegó a la cima de la montaña y descendió unos metros por la otra cara, buscando la sombra de la vieja encina donde acostumbraba a sentarse a mirar como por encima del pequeño horizonte arbolado que tenía debajo dejaba lugar al infinitamente brillante mar, devolviendo los destellos del sol sobre cada una de sus alteraciones.

Cuando fue a ocupar su lugar vio que una chica estaba sentada donde él solía hacerlo y sorprendido tuvo un sobresalto y la saludó. Ella alzó la cabeza para mirar quien era aquel que había interrumpido sus pensamientos, mostrando su rostro cubierto a medias por su pelo negro, ligeramente más largo por la parte delantera hasta ir a morir a la altura del cuello, pero aun así el joven pudo apreciar los suaves rasgos que formaban su cara y a perderse en el verde prado que habitaba en el único ojo que quedaba a la vista. Después de mirarlo un instante la chica le sonrió y le devolvió el saludo.

- ¿Tú también venías a sentarte aquí? – le preguntó.

- Sí – contesto el chico – hace ya tiempo que no venía a disfrutar de la calma de este lugar.

- Pues adelante siéntate – dijo la chica moviéndose un poco para que él también pudiera apoyarse en el tronco del árbol – aquí hay sitio para los dos.

Durante rato estuvieron allí sentados, en silencio, gozando con las vistas del lugar y el apacible silencio sonoro de un bosque en primavera. Más tarde iniciaron una conversación sobre lo excepcional del lugar hasta acabar presentándose mutuamente. Así permanecieron durante horas, conversando apaciblemente de cosas intrascendentales, hasta que llegó la horade que el chico debía volver, se despidió de su interlocutora, que deseaba disfrutar de aquel lugar un poco más.

A partir de ese día se encontraron allí cada mañana, conociéndose el uno al otro, estrechando su relación. La primavera dio paso al verano y la sombra de aquella encina era un oasis para los dos jóvenes, que disfrutaban abrazados de la hechizante combinación de vistas y sonidos. Un día el chico llegó a primera hora de la mañana y se sentó allí a pensar. Ella llegó a la hora que se solían encontrar normalmente y se encontró al chico con el rostro bañado en lagrimas, se acercó a él y lo estrechó entre sus brazos.

- ¿Qué te pasa? – le preguntó con su sedante voz.

- No eres real – fue la respuesta del joven.

- ¿Cómo te has dado cuenta? – volvió a pregunta la chica.

- He tardado mucho – empezó él – estar aquí contigo era tan gratificante… Pero tú no existes, siempre has estado a mi lado, en mis sueños, en mis escritos, tú me quieres.

- Es cierto – dijo ella abrazándole más fuerte – lamento el dolor que te he causado, pero no desesperes, no pierdas la esperanza, algún día encontraras alguien especial, alguien que vea lo que realmente eres, entonces será perfecto, será real.

Dicho esto se apartó ligeramente para que sus ojos se encontraran de nuevo, entonces secó las lagrimas de su compañero y le dio un último beso antes de desaparecer arrastrada por la refrescante brisa.

La respuesta del guardián

Entre los labios de corteza unos dientes afilados amenazaban al viajero que se hallaba arrodillado preso de una gran desesperación, había llegado allí donde quería ir después de un largo viaje en el que había tenido que recurrir a toda su voluntad para no abandonar, y ahora debía esperar a que aquel ser que tenía delante dejara de sonreír y le diera la respuesta. Pero el hombre árbol llevaba un rato quieto, con esa penetrante y verde mirada clavada en él, sin perder la inquietante sonrisa, y no había respuesta a su pregunta. Al poco rato se movió para introducir su mano en el río de las almas alterando su continuo movimiento, sacando una de aquellas estelas luminosas, aunque la que se encontraba en su mano había perdido el brillo, era una estela negra y sin pensárselo dos veces abrió la boca y la engulló.

- Deberíais probarlas – dijo el ser – no hay nada tan sabroso como un alma corrompida.

- ¿Os agrada tenerme aquí delante? – preguntó furioso el viajero – Si no me respondéis acabare con mi vida, así me podréis observar eternamente en ese río.

Al decir esto el hombre árbol estalló en una sonora carcajada que sonó como un desprendimiento de tierra. Así continuó unos instantes hasta que se detuvo de repente y volvió a centrar su mirada en el hombre que ahora le miraba con temor, los rasgos del hombre árbol ya no parecían amigables, toda su piel de corteza se erizó y sus ojos se estrecharon volviéndose dos puntos completamente negros que parecían absorber toda la luz que se les acercaban.

- ¿Qué os hace pensar que acabaríais en este río? – chilló – Pobre mortal, no vengáis a mi morada con exigencias, ¿queréis la maldita respuesta? Pues todo a pasado por que sois un marcado.

Aun preso del miedo el viajero meditó la respuesta que acaba de obtener, pero para su desgracia lo que esperaba que calmara su interior no existía, la respuesta simplemente agitaba más sus pensamientos, aumentando la amargura y la frustración. Aprovechando esos sentimientos sacó valor para enfrentarse al ser amenazante que tenía delante lanzándole uno de sus cuchillos. Este se clavó en el brazo derecho del hombre árbol, que no pudo evitarlo por lo inesperado de la acción, provocándole una gran furia.

- Estupido humano – vociferó – esto os costará el alma de vuestra mujer e hijo.

- ¡No os lo permitiré! – enfrentó el viajero – No importará que ser seáis, si os atrevéis a sacar sus almas de ese río no viviréis para hacer nada más.

- Cuanto valor, es una lastima que no sirva de nada – dijo el guardián a medida que su faz tomaba el aspecto inicial – ya tenéis lo que queríais, ahora marchaos.

- No – dijo el hombre – he venido aquí ha entender, no podéis decirme que soy un marcado y no explicaros.

- Interesante – dijo el hombre árbol de nuevo con una sonrisa – sois realmente excepcional, bien, puede que el creador no este pendiente de todos eternamente, pero siempre hay gente como tú, los marcados, fijos en su visión, condenados a ver cuanto podéis aguantar, ya que estáis destinados a algo grande.

- Entiendo.

Ahora entendía a que se debían los sucesos acaecidos a su alrededor durante toda su vida, ahora tenía su respuesta, aquello que necesitaba para poder desaparecer en calma, solo que de nuevo la respuesta no había traído calma, nuevamente la ira se apoderó de él y cogió otro de sus cuchillos.

- Pues decidle a la gran ramera que ha perdido el tiempo con esta marca.

Dicho esto alzó el cuchillo deslizándolo de un lado a otro del cuello tiñendo de púrpura el río ante la sorpresa del hombre árbol.

domingo, 25 de enero de 2009

Despertó estirado en el sofá de su pequeño piso con ese horrible olor a tabaco impregnado en toda la casa, la boca le sabía a cenicero y aun conservaba en su mano la vacía botella de whisky. Tenía la cabeza en otro mundo, un mundo en continuo vaivén causándole un gran mareo, que se expreso en forma de vomito en el suelo. A pesar de haber sacado aquello que aun se movía en su interior los fétidos vapores que subían lentamente aumentaban la sensación de malestar. Odiaba esos momentos, tiempo hacía ya que había perdido su ser en aquella vida, había elegido huir de todos sus problemas, separándose de todo aquello que conocía, mudándose a la otra punta del país en un vano intento de encontrar algo que le diera sentido a su existencia. Pero aquello de lo que huía se hallaba en lo más profundo de su ser, algo que le acompañaba allí donde estaba, para su desgracia se percato de ello demasiado tarde. En su nueva vida estaba solo, sin amigos, sin familia, el único pedestal era él mismo. El dolor que quería evadir llamó a su puerta, entrando sin permiso para instalarse allí donde más daño causara. En su desesperación recurrió al alcohol, que inundaba casi incesantemente su cuerpo, destruyéndolo lentamente, como una pequeña sombra moviéndose entre multitud de personas, pero aun así era compasivo y el dolor raras veces se mostraba mientras aquello estuviera en su sangre. Ahora ya no había solución, el alcohol y sus miedos se habían aliado, formando un gran equipo con el dolor, multiplicando sus efectos en él. En ese momento de extraña lucidez un pesar sin limites se adueño de su mente, todos los errores y desgracias de su vida cayeron encima de él creando un agujero de desesperación que le llevó a tomar la última decisión. Se acercó a la ventana de la terraza y se asomó por ella, después de mirar encendió un cigarrillo, absorbió una calada y se dejó caer, para después de volar unos segundos arrepentirse de lo que había hecho.

jueves, 22 de enero de 2009

Belleza oculta

Era una mañana de marzo, estaba sentado a la orilla del mar, lo bastante cerca para que la olas acariciaran mis pies, sintiendo escalofríos cada vez que se retiraban dejando que la brisa marina pasara entre los dedos refrescando el agua que se posaba sobre mi piel, la noche estaba muriendo y por el horizonte ya empezaba a aclarar el cielo. Como muchas otras noches los viejos fantasmas me habían arrastrado de vuelta del mundo de los sueños, pero esta vez el tiempo era suave e invitaba a sentarse en la arena y disfrutar de un fresco agradable. A mi espalda aun se veían algunas de las estrellas que me habían acompañado esa noche sin luna, con sus historias escritas en una luz eterna en la vida de un hombre, sabiendo que algunas de ellas ya no existían, habían expirado miles de años atrás y su vida aun estaba reflejada en aquel inmenso y moteado cielo negro. Durante años he pasado ratos mirando a ese cielo fascinado por esas pequeñas luces, deseando encontrar en ellas las respuestas a mis muchas preguntas, fascinado por el hecho de que su vida seguía marcada desde aquí, dejando constancia de que una vez estuvieron allí. Quise ser igual, hacer algo que dejara constancia de mi existencia, ser reconocido por los demás por mis actos, por mis obras, pero eso es algo que ha consumido a muchas personas a lo largo de la historia, somos seres pequeños e intrascendentales, aun así es un hecho que no tendemos a admitir, buscamos significados a la nuestra existencia en cualquier lugar, necesitamos tener fe en algo, aunque se algo que solo entendamos en nuestro interior, puedes vivir sin creer en nada, pero para mi debe ser algo muy triste aceptar que solo estamos de paso, que no vamos a significar nada y dedicarnos a hacer el día a día, muy probablemente tienen razón, pero es algo que a mi no me llena.

Entra estas divagaciones conseguí que el tiempo nocturno fuera cayendo con menor dolor, y el sol estaba a punto de nacer de nuevo emergiendo del fondo del mar, su intensidad ya se podía apreciar, unos primeros rayos que penetraban en la oscuridad sin piedad, sin derecho a existir. Entonces emergió por el horizonte la parte superior de esa bola incandescente, trayendo luz a toda esa parte del mundo, creando un camino luminoso en la superficie del mar que parecía ser lo bastante sólido como para caminar por el hasta un mundo más allá del nuestro, en esos pequeños momentos cotidianos, por unos instantes puedes permitirte caer preso de un hechizo que hace que te percates de la belleza que aun existe en un mundo como el nuestro. Pero el hechizo no dura mucho, ese camino desaparece antes de que cualquiera pudiera cruzarlo y solo te queda el recuerdo de la belleza que se muestra en ocasiones.

En ese momento unos brazos me rodearon por detrás apoyando un rostro junto al mío, recordando que nuestro corto umbral de vida no lo es tanto desde nuestro lugar, que a veces no es necesario ser una marca a gran escala, que a veces solo necesitamos marcar a gente realmente especial que quieran compartir su existencia con nosotros, gente capaz de hacer relucir con mucha más intensidad la belleza que contiene este mundo.

Cine

Bueno pues pretendo ir colgando información de las peliculas que a mi entender deben ser vistas por su calidad, en cualquier aspecto, ya sea de entretenimiento o de mensaje.

En el incio me gustaría empezar recomendando la nueva pelicula protagonizada por Will Smith "Siete almas". Esta pelicula es una gran obra que refleja el sufrimiento del protagonista por sucesos pasados y su busca de redención. Lo unico que puedo decir para no fastidiar esta pelicula es que hay que tener paciencia, pues puede acarrear ciertas dudas, ya que alterna sin previo aviso cosas pasadas con el presente, lo cual puede conllevar cierta confusión, por todo lo demás no se puede decir nada negativo.
Así que si disponeis de tiempo y podeis pasaros por una sala de cine (esta es una de las peliculas que yo catalogo como "pelicula para ver en pantalla tamaño piso con sonido envolvente") creo que es una pelicula que merece el dinero de la entrada.

lunes, 19 de enero de 2009

Sueños

El tiempo y el espacio se fundieron lentamente creando un infinito túnel de color cambiante. La sensación ya le era conocida, estaba dormido, gracias a ello se habría ese portal entre sus dos personas, un viaje instantáneo donde podía ver miles de vidas, todas las posibilidades de lo que había quedado atrás y lo que estaba por venir, una ramificación tan densa que parecía no ser nada, un lugar donde podías observar el porvenir si sabias donde mirar en esa inmensidad informe.

El viaje terminó antes de empezar y se encontró en la sala conjunta de su mente, la hoguera seguía ardiendo simétricamente en el fuego a tierra que dividía la estancia, estaba sentado en su parte, en su negra butaca de cuero y volvía a llevar puesto el traje negro con camisa roja, pero frente a él, en la mitad de su otro yo solo se encontraba la butaca blanca, el otro no estaba allí.

Antes de que pudiera girar la cabeza para ver si lo veía un fino frío se posó en su cuello. Creyó que ya era el momento del sueño eterno, morir y dejarle el cuerpo a aquel que vivía allí con él. No sentía pena, era una posibilidad anunciada tiempo antes, algo visto en las ramificaciones, pero si sentía algo, le embargaba la vergüenza de haber dejado que aquel él entrara en su mitad renunciar a aquella que más le importaba por el deseo de descansar.

- Hazlo ya- dijo.

- No quiero hacerlo – contestó.

- ¿Entonces por que has puesto el cuchillo en mi cuello?

- Te lo has puesto tú, me has dejado entrar y en esta parte solo puedo hacer esto.

- Adelante.

- ¡Cállate! No eres mas que un maldito cobarde, huyes, ni siquiera has intentado nada, vas y decides olvidar antes que aguantar lo que aun esta por llegar, sin saber que puede ser. No te pienso dejar, ni se te ocurra olvidar, no quiero salir ¡NO ME DEJES SALIR!

El otro él clavo el cuchillo en el reposa brazos de la butaca y le cogió de la cabeza empujándolo contra su mitad de la estancia. Esta vez no hubo viaje, no hubo sucesos que investigar, despertó en mitad de la noche sintiendo el frío cuchillo en su cuello.

El río de las almas

La unión de gaitas, violines, tambores y flautas vibraba en el ambiente. El frío atacaba fuerte en la calle y la taberna estaba a rebosar de gente riendo y cantando entre cervezas y licores. Un desconocido entró enterrado en una capa negra y se dirigió hacia la barra, su presencia despertó cierta curiosidad en los presentes, pero era normal ver a gente de paso en esa época, las leyendas de los míticos monstruos del norte habían llevado a muchos locos en busca de aventuras allí.

El hombre se sentó frente a la barra y esperó a que el tabernero echara a la calle a un borracho que yacía en el suelo. Cuando le atendió pidió una jarra de cerveza y se quedo allí quieto, bebiendo su cerveza sin alzar la mirada. Al cabo de un rato llamó al tabernero para pedirle otra cerveza y este le exigió el pago.

- Aquí tenéis – dijo el hombre – os doy más a cambió de información.

- ¿Y que queréis saber? – le preguntó el tabernero.

- Quiero llegar al río de las almas.

Al escuchar eso el tabernero abrió los ojos sobremanera y los músicos, que se encontraban al lado, dejaron de tocar, de repente todo el lugar quedó en silencio, solo roto por el viento.

- ¿El río de las almas decís? – se quiso asegurar el tabernero.

- Sí – fue la única respuesta.

Entonces todo el bar estalló en una sonora carcajada, algunos incluso cayeron al suelo sujetándose las panzas llenas de alcohol como si les acabaran de explicar el mejor chiste del mundo.

- Si hubierais venido a matar un dragón, o a acabar con la bestia del bosque sombrío – rió uno de los presentes - ¿pero venir hasta aquí desde dios sabe donde por una canción de cuna? Señor acabáis de alegrarnos la noche.

Los músicos empezaron a tocar y todos entonaron al unísono la canción del río de las almas, indignando al viajero. Bebió su cerveza rápidamente y salió de aquel lugar escuchando las mismas risas que en su pueblo natal. Siguió avanzando entre las frías calles de aquella villa con intención de marcharse, pero entonces un anciano le agarró el brazo.

- Discúlpeme señor – le dijo – He oído lo que habéis dicho en la taberna de ese sucio Hank.

- ¿También venís a decir la gracia?

- No, yo no señor, puede que esos sean unos necios que han olvidado el pasado pero yo puedo guiaros allí donde queréis ir.

- Pues entonces dígamelo, no tengo tiempo que perder.

- Es tarde ya, venid a mi humilde hogar, puedo ofreceros un lugar donde dormir, mañana saldremos en busca del río.

La noche fue corta, pero el viajero no pudo conciliar el sueño, hacia meses que había dejado atrás el aire del mediterráneo y ahora, sabiéndose cerca de su destino, le invadieron los nervios, tenía algo importante que hacer. Cuando el anciano despertó le ofreció un trozo de pan acompañado de cerveza, comieron en silencio y se prepararon para partir. El hombre se calzó su banda de cuchillos aunque el anciano le advirtió que no era necesario allí donde iban. Fue un viaje largo, durante todo el día fueron caminando, adentrándose en bosques cerrados, cubiertos por una penumbra eterna, acompañados de susurros y sonidos escondidos en la sombra, pero a pesar de ello no vieron a ningún animal. Eso tenía nervioso al viajero, durante su viaje no había encontrado un bosque similar, y menos sin ver presencia animal, pero a su guía parecía no extrañarle.

La luz ya era casi imperceptible cuando el anciano se detuvo. Se giró para mirar al hombre a la cara y pronunció las primeras palabras del viaje.

- Me temo que yo no puedo pasar de aquí – dijo – Ahora os encontráis solo, pero os daré las indicaciones de la canción.

Sigue adelante sin vacilar

O tu vida acabara

No pares, anda y anda

Al hombre árbol encontraras

Sigue su brazo

Al río te llevara

- No se preocupe – dijo el viajero – Tiene mi gratitud.

Se dispuso a seguir adelante pero al empezar el anciano le llamó

- Disculpadme señor, no se que ha venido a buscar aquí, pero debo advertirle, lo que esta en el río esta mejor ahí.

El hombre no dijo nada, se quedo un instante mirando a su guía y continuó su camino.

El bosque era cada vez más espeso y dificultaba el paso, la penumbra se tornó oscuridad y los susurros y sonidos desaparecieron para dar paso a una sensación envolvente y aterradora. Le costaba ver algo, incluso los árboles parecían negros y era difícil distinguirlos. Se detuvo un momento al darse cuenta que estaba apunto de chocar contra uno y al instante sintió algo tras él, notaba su aliento en la nuca y tubo la sensación de estar siendo extraído de si mismo. Entonces recordó que no debía detenerse nunca, ahora sabía porque, y haciendo un gran esfuerzo se zafó de aquella fuerza y echó a correr, golpeándose con todo lo que había por delante. Siguió corriendo durante un rato y entonces el bosque murió dando paso a un pequeño claro regentado por un árbol, más alto que los que había en el bosque y con una extraña forma humana. Sus nudos y ramas parecían crear rasgos de hombre y tenía una rama que se extendía como un brazo hacia la hendidura que había en la parte posterior del claro. El viajero supuso que esa era la señal que debía seguir y se dirigió a ella.

Al llegar vio que era la entrada a una cueva subterránea y empezó a bajar. Esperaba que la oscuridad se intensificara poco a poco, pero la luz fue en aumento. Al final se encontró frente a un río que daba vueltas sobre si mismo, creando un pequeño islote en el centro. La luz provenía del río, era una tenue luz verde azulada, provocada por miles de pequeñas estelas brillantes. En el techo, sobre el islote, se veían las puntas de las raíces del hombre árbol, cada una de esas siete iban goteando estelas de las que conformaban el río. El viajero se acercó al extraño río y lo miró fijamente, veía como esas estelas se movían sin parar, entonces, cuatro de ellas se pararon frente a él y pudo sentir sus miradas sin ojos, supo quienes eran, estaba en el río de las almas.

- No molestes a los desaparecidos – dijo una voz.

Alzó la mirada y vio a un ser en el centro del islote, tenía forma humanoide pero toda su piel parecía ser corteza de árbol. Su intensa mirada verde, espectral, estaba clavada en él, incluso le parecía advertir una sonrisa en aquel rostro.

- ¿Sois el hombre árbol? – preguntó el hombre.

- Soy el guardián, el recolector – contestó – pero sí, los humanos siempre me han llamado así. Os a costado llegar ¿verdad?

- ¿Cómo sabéis eso? – preguntó nervioso el viajero.

- Soy el recolector, yo se todo de todo lo vivo.

- Entonces sois Dios.

- ¿Dios? – rió fuertemente el hombre árbol – Pobres seres, os creéis muy importantes, como va a estar el creador pendiente de vosotros eternamente, estáis abandonados a vuestra suerte.

- Esta bien – dijo el hombre – entonces ya sabéis para que he venido.

- Así es, adelante, hacedlo.

El hombre cayó de rodillas al suelo sintiendo que ya acababa todo e imploró

¿Por qué?

Entonces la mirada del hombre árbol se iluminó y su sonrisa abrió los labios.

viernes, 16 de enero de 2009

Duelo

Algo ha muerto
No hay duelo
No se ha visto la perdida
Incomprension
Algunos quedamos
Algunos añoramos

¿Ironia?

Tu eres la llamada, y yo la respuesta,
tu eres el deseo, y yo su cumplimiento,
tu eres la noche, y yo el dia.
¿Que mas? Es perfecto.
Perfectamente completo,
tu y yo,
¿que mas...?
Que extraño que pese a todo suframos tanto.


D.H. Lawrence, "Bei Hennef"

Extracto del inicio de la tercera parte "La historia de Lisey"
Stephen King

martes, 13 de enero de 2009

Canción prohibida

Con consideración llega el olvido
Aquello visto y no vivido
Es una puerta sin piedad
Y la vida esta detrás

Acoger penas dar felicidad
Cosas que se tuercen sin piedad
Hechos que aun no han llegado
Vistos y añorados

Deseos en el tiempo perdidos
Cargas ahogadas en vino
Perdido en un mar profundo
Busca su perdición

Dime puedes tu entender
Porque sangra la luna
Lloran las estrellas
En su inmensidad azul

No quiero la respuesta
Solo complicidad
Unos ojos que acompañen
A ver esa inmensidad

Pero hay confesiones prohibidas
Tantas cosas por decir
Que no pueden ser dichas
Y al río van a morir

Patrón de causas perdidas
Me alejo ya de aquí
La realidad se muere
Y no estas junto a mi

La noche llora sangre
Entre la oscuridad
Hoy brillan las estrellas
Que te quise enseñar

domingo, 11 de enero de 2009

Sandez


Una vez anduve
Anduviendo andando
Sentado en el sofa
Sin ganas de caminar

Cada 2x3 eran 6
El reloj decia mec
Lo tire por la ventana
Tranquilo me quede

Al techo mire
fijamente
sin parpadear
empezo a cambiar

El blanco permaneció
En realidad no cambió
Simplemente me dormi
Y sali de alli

Soñe con Alf
Comiendo gatos
Se empacho
Todo lo vomito

Cadaveres felinos
A medias digeridos
De nuevo caminaron
Un ejercito formaron

Alf estaba malo
En un centro internado
Solo me encontre
A los zombies enfrente

Los cabrones no morian
Pense y pense
Nada mejor
Que una resurreccion

Chasqee los dedos
Invocando al Nopoder
A cambio de un sugus
Los gatos resucite

Estaban casi digeridos
Una agonia sufrieron
Alli delante de ellos
Con tonica me emborrache

viernes, 9 de enero de 2009

Puerta


"Un sueño" pensó al ver donde se encontraba. No había nada, una inmensidad informe e incolora, solo rota por una puerta iluminada por un rayo de luz blanco procedente de ningun lado. No podía apartar la mirada de aquella puerta, había algo en ella que le llamaba sin voz. Era extraño, no era más que una puerta como cualquier otra, solo diferenciada por las letras marcadas en su parte superior, LVED.
Se acercó a ella, aquella llamada retumbaba en su mente, tenía que ver que había al otro lado. Cogió el pomo e intentó girarlo, nada, no pudo. Dio una vuelta a su alrededor, no era más que una puerta colocada en ninguna parte, no podía llevar a ningun lugar. Llevaba largo rato sentado delante de ella, esperenando que sucediera algo que explicara aquello, aunque nada sucedía. Más tarde un chico llegó caminando dese atrás, un chico sin rostro, se acercó a la puerta sin vacilar, agarró el pomo y esta se abrió, el chico cruzó y no apareció al otro lado.
Entonces intentó abrirla de nuevo, nada. Poco a poco la gente iba llegando, cruzando la puerta sin problemas, parecía que estaba negada para él. Una risa empezó a sonar en su cabeza, miró en todas direcciones, pero a nadie vio, solo estaban él y la puerta. La miró fijamente, era una puerta pero aún sin rostro, él lo veía, sentía como se regodeaba al verlo sentado frente a ella. "La vida esta detrás" le dijo "tu vida es mía, tu no pasarás" y su sonora carcajado continuó sonando, incansable.
Noche tras noche se sentaba frente aquella puerta, viendo pasar gente sin rostro, sabiendo que esperaba tras ella, notando sobre su espalda el paso del tiempo, la carga de las ilusiones frustradas.

miércoles, 7 de enero de 2009

Meditacion precognitiva

Como es bien sabido, y una esperanza para mi, el ser humano cuanto con un cerebro maravilloso, aunque por degracia casi por completo en desuso. todos, desde el mas inteligenta hastra el mas tonto, tenemos un pequeño porcentage activo, pero eso no implica que no se puede llegar a tener un mayor control sobre el.
como todo, es una cosa que con ejercitacion puede mejorar, solo se necesita tiempo y una mente abierta a posiblidades que entran en un campo acientifico, de lo que hoy en dia se considera ciencia. Ultimamente se esta empeando a considerar que hay personas que tienen capacidades fuera de lo comun, asi como la telepatia, no en el concepto extremo de comunicacion neuronal con seres externos, sino mas bien como la capacidad de captar sensaciones, preocupaciones de otras personas, asi como estados de animo inducidos para la experimentacion, teniendo al sujeto en una habitacion separada del receptor.
En cosas como esa, aunque no han podido ser provados de manera irrefutable, si se a demostrado que esos telepatas, esos receptores, activan ina cierta parte del cerebro, concretamente en la parte que almacena la memoria, que esta usualmente latente en la mayoria del mundo.
Con el conocimiento de ese y otros estudios similares me propuse intentar algo parecido. A lo largo de mi vida he buscado incesantemente la existencia de algo superior a la vida ordinaria, en su gran variedad de manifestaciones. Y ya que durante mucho tiempo he deseado algo especial, algo fantastico, hasta el punto de hacer bromas de futuros acontecimientos, que finalmente han acabado por suceder, he empezado a dejar mi mente en blanco durante largos periodos en los que yo, sin pararme a pensar, percibia imagenes de cosas que no han sucedido en situaciones que estan por llegar.
Puede que tan solo sean sueños despierto, mirar por una cerradura al subconsciente, creer, en mi afan de encontrar ese mundo de fantasias viviendo en el nuestro, que en vez de eso estoy percibiendo imagenes de lo que esta por venir. Pero por otro lado, tal vez ese afan ,arrastrado durante años, me ha activado una de esas zonas de nuestro inmenso cerebro, permitiendome ver eso mismo, cosas que estan por venir.

martes, 6 de enero de 2009

Creacion de pesadillas


A continuacion os dejo las fotos que salieron de una reunion entre dos seres con deficencias mentales que querian hacer un video, es decir, fotos a un nivel superior al arte que seran catalogadas como idioteces, pero el poder demigrarse a uno mismo de esa manera conlleva una mentalidad, aunque deficiente, superior a la media, si es cierto, somos la crema.



Los deficientes mentales de1st friky generation


ESWN y su pensadero (inutil)

Galdor el virgen del limon

ESWN olvida su medicacion

Galdor el estoico dilema del limon

Galdor el perruno

No hay nada bueno que decir de esta

Y de esta menos aun



Galdor pensador

Espero que hayais sufrido de manera inimaginable viendo estas ventanas de locuras internas que aterrarian hasta al mas valeroso cigoto, y he de pediros perdon, nunca mas soñareis con cosas bonitas.

domingo, 4 de enero de 2009

Irrealidad

ESWN: Otra de esas cosas que salen del fondo de un largo vaso de alcohol

Me persigue tu fragancia
Nublas mis sentidos
Caminas con mi sombra
Existes conmigo

Sola no estas contenta
Ahogas mi corazon
Con tu mano de tres dedos
Miedo duda y dolor

Traes recuerdos del pasado
Me hundes en desesperacion
Manteniendome vivo
Con un nudo de ilusion

Creas esperanzas
Pintas la realidad
Con una escalera
Que solo puede bajar

Ya estas en mis sueños
Mi mundo ideal
Has profanado mi templo
Haces dificil despertar

Piso un suelo peligroso
Que quieres resquebrajar
Otra pequeña caida
No me podre levantar

Asi sera el fin
De mi corta existencia
Desaparecere
En ti me convertire

viernes, 2 de enero de 2009

Revelacion

Dime, tu que necesitas y no eres necesitado, es ahora, el universo te ha visto y escucha, habla.