EL BOSQUE DE LA ILUSIONES FRUSTRADAS I
Cuando despertó en su habitación una extraña sensación le recorría el cuerpo. ¿Había sido real o solo un sueño? Se levantó y se dirigió al servicio a lavarse la cara con agua fría, y al mirarse en el espejo advirtió que todo lo soñado había sido real. En su mejilla izquierda se podía ver el arañazo que le había propinado ese ser infame. Estaba estirado en su cama cuando de repente sintió despertar en un lugar extraño para él. Estaba en una especie de bosque con árboles cuyas copas no se alcanzaba a ver, el suelo era todo barro y se advertían bultos en movimiento constante. Creía que estaba en un laberinto de árboles y rocas de formas amenazantes. Cuando dio el primer paso todos aquellos bultos cesaron el movimiento. Durante unos segundos todo estuvo en silencio y entonces, como reaccionando a un señal todos se dirigieron hacia las raíces de los árboles. Una vez todos estuvieron bajo cada árbol estos empezaron a moverse y a producir sonidos de tal intensidad que tuvo que encogerse y taparse los oídos con las manos. Y fue entonces cuando todo volvió a detenerse. Nada se oía excepto unos pasos de algo que se acercaba. Cada paso sonaba más fuerte que el anterior y a cada uno el suelo vibraba con una gran intensidad. Entonces tres árboles se apartaron y apareció aquel ser con cara de lobo y un gran cuerpo descompensando, con cortas piernas y unos brazos tan largos que acariciaba el suelo con las puntas de los dedos. Durante un instante los dos se observaron y con un rápido movimiento le acertó en la mejilla izquierda lanzadole varios metros hacia atrás. Al caer contra el suelo aquellas cosas que se movían por el suelo salieron y como un destelló plateado le apretaron los pies apresándole. Entonces aquella chica que brillaba cual galaxia se le acercó con aquella tez blanca que hacía destacar el rojo de sus labios con aquella nariz pequeña y los ojos marrones de los cuales se podía ver la pena que le atormentaba se le antojo a un ángel con el pelo completamente liso que le caía sobre la cara contrastando el blanco con el mas negro color. Aquella hermosa chica le pidió que cerrara sus ojos y deseara marcharse de allí, pero él no podía hacerlo, se había quedado embaucado por la belleza de la mujer que le miraba fijamente. Aquel ser se dirigió hacia ellos y al ver la preocupación en los ojos de la chica cerró los ojos y se despertó en su habitación. Al recordarlo todo se miró los pies y pudo ver la marca que le habían hecho aquellas criaturas plateadas. Y de repente se puso a pensar en que lo podría haber pasado a la chica que le sacó de allí al encontrarse con aquella extraña criatura.
EL BOSQUE DE LAS ILUSIONES FRUSTRADAS II
Pasó dos semanas sin pensar en otro cosa que en aquella chica, distrayéndose de las cosas que debía hacer. Sin siquiera saberlo la visión de la chica le había borrado de la memoria todo lo que había sufrido con otra chica del mundo real, que al verla por la calle le pareció que no era ni la mitad de lo que la chica de su sueño. Y entonces en la noche en la que se cumplían quince días de la primera visita al bosque volvió a aparecer allí al dormirse. Sabía que no debía moverse si no quería que aquel ser volviera a por él. Recordó que la chica le dijo que cerrara los ojos y deseara esta en un lugar y eso hizo, deseando estar junto a ella. Al abrir los ojos se encontró con la mirada de quien ocupaba todo su ser desde que la vio. En su cara resbalaban lagrimas pero en sus ojos se veía la sorpresa.
- ¿Qué haces aquí?- dijo con voz temblorosa – nunca deberías haber vuelto a este lugar.
- Pero tenía que volver – dijo él – no puedo dejar que te quedes en este lugar con aquella cosa al acecho.
- Tu no lo entiendes – empezó con un tono de preocupación en su voz – a mi no puede hacerme nada más que mantenerme encerrada en este bosque, tu pudiste escapar, recuperaste la ilusión.
- ¿Que tienen que ver las ilusiones aquí? – pregunto extrañado.
- Aquí lo son todo – respondió ella – este es el bosque de las ilusiones frustradas, el bosque esta lleno de gente cautiva como yo, nuestro cuerpo sigue vivo en el mundo real, pero aquí están nuestras almas. Todo ser que ve como sus ilusiones se frustran viene a parar aquí.
- Pero si yo pude salir tu también puedes – dijo él desesperado por sacar a aquella chica de un lugar como aquel.
- No es tan sencillo – empezó – de aquí solo se marcha el que recupera la ilusión en algo, pero el guardián se encarga de que no podamos.
- ¿El guardián? – preguntó intrigado.
- Sí – respondió ella – el ser que te atacó el otro día, nos ataca si nos movemos para que no podamos huir, pero se encarga de que así sea penetrando en nuestras mentes y recordándonos día a día que nos trajo a este lugar.
- Pero… - empezó pero no pudo acabar porqué ella le hizo un gesto de que le dejara acabar.
- Y recordándolo todo sin poderlo olvidar aunque queramos nos mantiene aquí asta que nos consumimos en la eternidad de la frustración.
- No voy a permitir que pases aquí un día más aunque tenga que enfrentarme a el guardián – dijo él con plena convicción.
Al ver la confianza en aquel chico que había vuelto solo a por ella una luz de esperanza brilló en sus ojos, pero que se desvaneció al sentir vibrar el suelo y ronco sonido de unos pasos muy pesados que iban hacia allí.
EL BOSQUE DE LAS ILUSIONES FRUSTRADAS III
El guardián llegó corriendo arrancando los árboles de cuajó a su paso. Cuando vio al chico allí junto a su presa favorita sus ojos lilas pasaron a ser rojos de ira. Intentó herir a la chica pero el chico con un rápido y sagaz movimiento la agarró por los hombros apartándola del lugar donde se encontraba. Vio como dos de aquellas criaturas plateadas emergían para apresarlo pero las evitó rodando hacía un lado. Cuando otros dos se acercaban a él el guardián aulló y se pararon en seco. Con la cabeza en la superficie pudo ver que aquellos seres diminutos no tenían cara. De repente se volvieron a sumergir en la tierra y todo quedo quieto.
- ¿De verdad creías que podrías sacarla de este lugar enano? –preguntó el guardián con una voz grabe que helaba la sangre escucharla.
- Lo sigo creyendo y lo haré – respondió en chico haciendo uso de todo el valor que tenía.
- Pequeño ser inmundo – empezó el guardián – tu no puedes sacarla de aquí porqué a ella se le frustro un sueño en el mundo de los sueños, no es algo que se pueda remediar como lo tuyo con es chica, ¿cómo se llama?, a si, a…- pero no pudo acabar porqué el chico le tiró una piedra en la boca rompiéndole un colmillo.
En un alarido de rabia se abalanzó contra el chico lanzándolo al aire. Cuando iba a estrellarse contra el suelo puedo ver un gran brazo peludo acercándose a él y todo se volvió blanco.
Cuando abrió los ojos pudo ver que algo parecido a un ángel le había alejado del golpe, pero el primer golpe le abrió una gran herida en el estomago por donde no para de salir sangre. Se encontraba en brazos de la chica y el ángel tenía la mano en su herida de la cual salía una luz cegadora que estaba sanando la herida.
- ¿Qué ha pasado? – preguntó al ver que el guardián intentaba acercarse pero salía disparado hacia fuero de lo que parecía un campo invisible.
- Ella a recuperado la ilusión del sueño que le pareció frustrado al verte caer hacia la garra de el guardián – dijo el ángel – al hacerlo me he visto obligado a salvarte porqué es mi deber como ángel de los sueños.
- Pero… - empezó el chico pero se vio interrumpido por el ángel.
- Se lo que estas pensando – dijo – existe un dios, un diosa para ser exactos. Su nombre es NADA y ella lo creó todo en el principio de los tiempos. Creó ángeles para todo lo que podéis imaginar, pero algunos se volvieron mezquinos, y como el guardián perdieron las alas y adoptaron formas para producir miedo y el mundo que se les entregó se pudrió tal como puedes observar en este. A estos ángeles caídos los llamáis demonios pero en el mundo de NADA se los conoce como “ruantor” traidores en vuestro idioma. Como había un mundo asignado a cada cosa ocurrida en la vida al morir se va al mundo del ángel o ruantor de aquello que en vida se haya creído como lo más importante. Las almas que acaban en mundos de ruantor y no consiguen escapar antes de la muerte física se quedan en ese mundo pudriéndose por toda la eternidad. En cambio los que van al mundo de un ángel con el tiempo acaban en el mundo de NADA donde olvidaran todas las penas y podrán vivir sin estar atados a nada, a no ser que entre dos personas se haya atado un lazo que las vincule para la eternidad. Y ahora a llegado el momento de que os marchéis al mundo real y viváis buenos tiempos hasta que os presentéis ante NADA y decida si habéis mantenido un lazó atado en este bosque de las ilusiones frustradas.